salvo al lado de los míos,
esos que van caminando,
levantando polvo en el camino.
Gente campechana,
trabajadora incansable, orgullosa de su pueblo y su apellido,
con la piel curtida en mil batallas,
luchando contra el sol y contra el frío,
gente con las manos encalladas,
de trabajar la tierra, los cerezos y los olivos.
No me posiciono,
ni en un extremo, ni el otro,
salvo al lado de los míos,
esos que van caminando,
levantando polvo en el camino.
Yo nací hurdano,
y hurdano he crecido,
orgulloso de mi acento,
orgulloso de ser tu hijo,
llevo en mis venas tu sangre,
mezcla de bellotas, romero y tomillo,
nieto e hijo de jornaleros, que con el sudor de su frente,
hicieron frente a la vida y al destino.
No me posiciono,
ni en un extremo, ni en el otro,
salvo al lado de los míos,
esos que van caminando,
dejando huella en el camino,
gente valiente, abierta y tranquila,
sin miedo de ser ellos mismos,
jurdanos a mucha honra,
casareños y mangurrinos.
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