martes, 29 de diciembre de 2020

VOLVER A TENER VIDA


Y un día te das cuenta que todo comienza de nuevo,

solo cambia una fecha, un nombre, un año,

atrás queda el dolor que arrastra el corazón,

atrás quedan las lagrimas derramadas por las ausencias,

y esperas que desde el primer día este año nuevo,

sea misericordioso y nos dé una tregua para volver a tener vida.


Y un día te das cuenta que todo comienza de nuevo,

vuelven las sonrisas a las casas y a las calles,

vuelven a llenarse los bares, los parques, los cines y los teatros,

y volvemos al tumulto y el ruido, y volvemos a los abrazos,

y volvemos a los besos que tanto necesitamos,

y volvemos a reunirnos en familia como antaño.


Y un día te das cuenta que todo comienza de nuevo,

pero la vida ya no es la misma, te ha cambiado por dentro,

porque te ves vulnerable, sin control y sin ser el dueño,

y te das cuenta de que un segundo compartido cuenta mucho,

que un abrazo vale mas que un millón de palabras en la distancia,

y que el amor se vive mejor mirándose a los ojos.


Y un día te das cuenta que todo comienza de nuevo,

herido por la muerte de tantos inocentes a los cuales les debemos tanto,

por el dolor que ves reflejado en la cara de familiares y amigos,

y por cada momento de sufrimiento en las Ucis de los hospitales,

que han dejado una larga lista de nombres ausentes que para algunos solo son números,

porque siempre habrá personas que sean inmunes al dolor ajeno.


Y un día te das cuenta que todo comienza de nuevo,

solo cambia una fecha, un nombre, un año,

atrás queda el dolor que arrastra el corazón,

atrás quedan las lagrimas derramadas por las ausencias,

y esperas que desde el primer día este año nuevo,

sea misericordioso y nos dé una tregua para volver a tener vida.

sábado, 26 de diciembre de 2020

NIEBLA EN LA MAÑANA






Se va evaporando el tiempo como niebla en la mañana,

al ritmo de una aguja traicionera y cruel,

terminando los días que nacen con prisas,

dando vida a la oscura e incomoda verdad,

la cual nos cuesta reconocer y hablar,

porque pensamos que nuestra vida es eterna.


Miro por la ventana y veo como lloran los arboles,

mecidos por el viento y calados por la lluvia,

y en su murmullo incesante y triste,

repiten su canción de antaño y millones de veces repetida,

con el triste sonido de una despedida.


Hace tiempo que el ultimo tren partió de la estación,

camino sin mas paradas hacia el pueblo del olvido,

y hasta donde mi memoria alcanza golpeada por los años,

en momentos de lucidez intermitentes y segundos fugaces,

vienen a mi aquellas escaleras de piedra y aquella casa que antaño fue un colegio.


Miro por la ventana y el recuerdo desaparece,

mi nombre no es mas que una gota de agua que resbala por el cristal,

fuera aun llueve y el viento sigue azotando los arboles,

esta tarde desapacible de invierno en la cual mi memoria me abandona,

para bailar su ultimo baile con la muerte,

mientras mis recuerdos andan rezagados o escondidos en el limbo.


Se va oscureciendo mi existencia,

y ya en estos momentos solo recuerdo tu cara,

todo parece tan lejano, tan irreal, como un sueño,

un sueño que jamas existió, un sueño en el que solo estas tu,

ya que en él ni siquiera yo me recuerdo.


Se va evaporando el tiempo como niebla en la mañana,

al ritmo de una aguja traicionera y cruel,

terminando los días que nacen con prisas,

dando vida a la oscura e incomoda verdad,

la cual nos cuesta reconocer y hablar,

porque pensamos que nuestra vida es eterna.


lunes, 14 de diciembre de 2020

ESTA LOCURA QUE ME HABITA




Hoy persigo las gotas de agua que recorren mi piel,

y un salto hacia adelante busco mis destino,

mientras el viento juega con mi pelo esta tarde,

en un intento vano por despertarme de este trance,

en que se ha convertido mi tiempo mientras juego a las cartas con la muerte.


Muere el mundo en mis pupilas,

en un paso imparable y con mucho ruido,

y en un ajetreo constante de ovejas descarriadas,

que venden su alma a un señor llamado Satán por fama o dinero,

y por aparentar o ser aquello que jamas serán.


Y ahora excavo mis manos en la tierra,

ese hoyo que me de libertad,

mientras mi alma se condena,

en una pirueta de doble salto mortal,

dejando en el corazón las cadenas que pone mi razón.


No me sigas en este vuelo,

pues no lleva a ningún lado salvo a estrellarse contra el suelo,

ni vas quedar en ningún recuerdo, ni en ningún corazón,

y sigue hay en tu rincón dentro de tu caparazón,

viendo pasar el tiempo con el rebaño para que jamas te hagan daño.


En esta locura que dicen que me habita,

hoy veo con mas claridad que nunca,

y dirán que estoy loco, que lo mío es obsesión,

pero a mi ya nada me importa todo da igual,

yo convertiré mi derrota en victoria y si tengo que pasear,

paseare con Lucifer por donde él no quiera pasear.


Y ahora excavo con mis manos en la tierra,

ese hoyo que me de libertad,

mientras mi alma se condena,

en una pirueta de doble salto mortal,

dejando en el corazón las cadenas que pone mi razón.


viernes, 11 de diciembre de 2020

VALHALLA




 Nuestras sonrisa ha sido tallada a golpe de espada,

Y nuestra libertad se escribirá con sangre en la historia,

Esta noche hermanos quizás conoceremos la gloria,

Y pasearemos como dioses por el Valhalla.


Hoy Odín quizás os reciba en la sala del trono,

Y pasaréis la noche con una concubina de grandes pechos,

Y desde ese momento seréis eternos,

Y vuestras batallas serán contadas por vuestros padres, hijos y hermanos. 


A los barcos hermanos, a los barcos,

En la otra orilla nos espera el enemigo para entregarnos su vida,

Hoy vamos a darle descanso a sus cuerpos con nuestras espadas, 

Y tomaremos de buena gana las ofrendas recibidas.


Gritar bien alto que sois vikingos, 

Que sepan a que se enfrentan en este día, 

Que hoy sus cuerpos se conviertan en carroña, 

Y que su sangre riegue los campos y sean alimento para animales.


Nuestras sonrisa ha sido tallada a golpe de espada,

Y nuestra libertad se escribirá con sangre en la historia,

Esta noche hermanos quizás conoceremos la gloria,

Y pasearemos como dioses por el Valhalla.


martes, 8 de diciembre de 2020

AQUELLAS CARTAS




Un día se sentó y decidió escribirle,

pero había pasado tanto tiempo,

que hasta el alma más sensible,

olvida lo vivido cuando hay dolor,

y siente que es invisible, que nadie la ve.


Se armó de valor y miró al folio en blanco,

y se dijo a sí misma porque no,

ya han pasado tantas lunas y tantos soles,

que quizás en esta madrugada comparta mi sueño,

y ambos soñemos lo mismo.


Empezó aquella carta con un hola,

quizás ya no te acuerdes de mi,

pero yo jamás he dejado de pensar,

de pensar en ti y en aquel año mágico,

en que la magia de dos almas volaban en libertad,

haciendo un solo cuerpo fundiendo el tuyo y el mio.


Hoy me recuerdo fundida en tu mirada,

y en un salto hacia el vació columpiandome en tus brazos,

sin miedo a nada, ni al tiempo, ni a la vida,

y confiando en ti y tu en mi, nos entregamos el corazón,

dejando la ropa tirada en el suelo de una habitación.


Y pasaron los días con prisa,

y aquel verano en que soñamos juntos terminó,

y la distancia puso muros entre nosotros en forma de kilómetros,

congelando para siempre el amor,

y desde entonces solo vives en mis sueños.


Termino de escribir la carta y la guardó en un cajón,

el mismo cajón donde guardaba miles de cartas para el,

e imagino que un día las leería sin prisa mirándola a los ojos,

y volvería abrazarla como la primera vez,

y ya no se separarían jamás, estarían juntos toda la eternidad,

estarían juntos por siempre y para siempre.


Un día de verano su cuerpo se rindió y se entregó a la señora de la guadaña,

sin saber que él ya se había entregado el mismo año en que se juraron amor,

ella al dejar de recibir cartas suyas pensó que la había dejado de amar,

y cerró su corazón por orgullo y dolor,

pero siempre esperó mientras su piel se llenó de arrugas,

y su pelo se lleno de escarcha blanca como la nieve,

a que el regresará a buscarla.




sábado, 5 de diciembre de 2020

MÍRANOS



Y dime tu que sabes de la vida,

cuantas cicatrices tienes en el alma,

cuántas veces te toco el amor,

y de ti se apoderó la locura.


Dime si acaso un día no olvidaste tu nombre,

y solo pensabas en el suyo cada noche,

y al llegar la mañana no te dabas ni cuenta,

que ella ya nunca estaba aunque durmiera contigo siempre.


Dime si no soñaste con envejecer a su lado,

si no pensaste en tener una familia y hacer planes de futuro,

dime si acaso no te dejaste llevar mas allá de ti mismo,

y solo escuchaste al corazón e ignoraste a la razón.


Dime si a estas alturas de la vida cuando te miras al espejo,

no me ves al otro lado mirándote fijamente a los ojos,

repitiendo en tu cabeza hasta aquí hemos llegado,

y ahora los pasos cada vez son mas dolorosos,

aunque con la edad y las canas son mas meditados.


Dime si aun nos queda tiempo para vivir,

todas aquellas batallas que soñamos de niños,

y que siempre quisiste ganar aunque esta la has perdido,

y te digo, de nada sirve mirar al ayer con odio,

sin mirarse de vez en cuando al ombligo.


Míranos aquí hoy a los dos,

escribiendo al olvido en esta paranoia del amor,

sin ninguna razón, sin ningún sentido,

tu hay fuera y yo aquí metido dando pasos hacia lo desconocido.


Y dime tu que sabes de la vida,

cuantas cicatrices tienes en el alma,

cuántas veces te toco el amor,

y de ti se apoderó la locura.

viernes, 4 de diciembre de 2020

YA CASI HA PASADO UN AÑO



Y ya casi ha pasado un año,

un año en que la muerte camina entre nosotros,

en que las calles carecen de alegría,

y los parques se quedaron huérfanos de niños,

por el maldito veneno de esta amenaza invisible.


Y ya casi ha pasado un año,

sin darnos cuenta y sin quererlo,

un año en que hemos despedido a muchos,

en que se han derramado mares de lagrimas y tinta,

buscando al culpable de esta maldición.


Y ya casi ha pasado un año,

que empezamos con felicidad,

y terminamos como una pesadilla,

una pesadilla que nos hubiera gustado no vivir,

una pesadilla de la que nos va a costar despertar.


Y ya casi a pasado un año,

de ausencias de personas conocidas,

de abuelos, padres, hermanos y vecinos,

que se fueron en el silencio de una UCI de hospital,

sin poder ver, ni despedirse de sus seres queridos,

por miedo a seguir sus pasos y la incomprensión de los que mandan.


Y ya casi ha pasado un año,

un año muy pesado que cargaremos en el corazón,

y pesara en nuestra alma y en nuestro recuerdo,

mientras se alargue nuestra vida,

hasta que la dama de la guadaña vestida de negro,

nos permita seguir caminando y respirando.


Y ya casi ha pasado un año,

un año en que la muerte camina entre nosotros,

en que las calles carecen de alegría,

y los parques se quedaron huérfanos de niños,

por el maldito veneno de esta amenaza invisible.