martes, 18 de junio de 2019

ESTAS MANOS TEMBLOROSAS



Las nubes juegan esta noche con la luna,
y a penas se pueden ver las estrellas,
la oscuridad quiere ocupar su lugar,
pero es traicionada por la luz de las farolas.

En silencio estas manos temblorosas,
intentan dibujar en la retina del lector,
lo que se hace visible a través de la ventana,
mientras pasan con lentitud los minutos.

La noche se alarga como si el mañana no existiera,
y el viento hace danzar las ramas de los árboles,
en un baile acompasado con un ritmo desigual,
que deja en la calle el sonido de un susurro,
que solo rompe de vez en cuando un coche que pasa.

A estas horas los recuerdos atacan sin piedad por la espalda,
y pasan por mi memoria tanta gente conocida,
que un día se cruzó por mi vida y que ya han partido,
y otras personas de las que hace tiempo no se nada,
porque el destino y la vida es así de caprichosa.

A estas horas de la madrugada,
cuesta enlazar las palabras para que tengan sentido,
y en último intento de aguantar las últimas horas,
abro la ventana para que el viento me susurre al oído,
una triste canción desgarradora que habla de soledad.

Las nubes juegan esta noche con la luna,
y a penas se pueden ver las estrellas,
la oscuridad quiere ocupar su lugar,
pero es traicionada por la luz de las farolas.

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