jueves, 31 de agosto de 2017

MERCADO MEDIEVAL (Dedicada a Casar de Palomero, Cacéres)



Sentado en los portales de arriba,
Tomando un café en la terraza de las flores,
Contempló el trajín de tus vecinos y vecinas,
En este día de mercado medieval, de fiesta, risa y acordes.

Juglares cantan y recitan versos de hazañas y nobles,
Bufones venidos de lejos arrancan las risas,
A las costureras las pretenden y las miran los hombres,
Mientras los artesanos montan sus puestos con prisas.

Magos, caballeros, doncellas y artistas,
Caballos, serpientes, burros y halcones,
Emiliano el tamborilero de casar de Palomero toca música de antaño,
Mientras el juez de paz Jesús va recordando a cada uno las leyes.

Olor a pan recién echo en el horno de la Nati,
Perrunillas, mantecados y rosquillas de yema,
Hornazos, aguardiente, cerezas en anís,
Vino de pitarra, aceite de oliva y más de mil manjares.

Puestos de frutas recién recogidas del árbol,
Lechugas, tomates, zanahorias y coles,
Licores, juguetes, sábanas, chorizos y quesos,
Helados, turrón y obreas para llenar los zurrones.

Parrillada gigante en la posada del casar,
Fiestas de disfraces en el bar el puro,
Música alternativa en el bar del perkins,
Cuenta cuentos, castillos hinchables y columpios,
Heladeros, equilibristas, adivinos y barbudos.


Se que no lo he soñado, se que lo puedo volver a vivir,
No hay mejor sitio ni destino para nacer y morir,
Que donde empezó mi camino, que donde terminará mi existir,
Pues hoy es fiesta medieval en el pueblo que nací.

VOLVER A VIVIR (Dedicada a Casar de Palomero, Cacéres)


Se que no lo he soñado, se que lo puedo volver a vivir,
No hay mejor sitio ni destino para nacer y morir,
Que donde empezó mi camino, que donde terminará mi existir,
En las huellas del peregrino, en mi presente y en mi por venir,
Siguiendo el camino a la inversa para llegar hasta ti.

Se que no lo he soñado, se que lo puedo volver a vivir,
En las letras del poeta y en las lluvias que bañan el mes de abril,
En los ojos que miran curiosos tu historia, tu presente y tu sentir,
En la sonrisa sincera y emocionada de tus gentes,
En tu tiempo eterno y en la eternidad de tu latir.

Se que no lo he soñado, se que lo puedo volver a vivir,
En cada sueño que tengo y en cada mañana al despertar,
En el grito sin miedo gritando con fuerza libertad,
En el agua cristalina de tus fuentes y en la sensación de paz,
Que me inundan y que me llenan en esta tranquila soledad.

Se que no lo he soñado, se que lo puedo volver a vivir,
En tu sierra nevada de colores blancos, amarillos y rojos,
En tu cielo estrellado con la luna observando en verano,
En las aguas frescas de tu río, arroyos y fuentes,
Y en las cicatrices y recuerdos con los que se escriben tu pasado.


Se que no lo he soñado, se que lo puedo volver a vivir,
A la orilla de la chimenea en invierno,
En las fiestas de tu cruz junto a ti,
En los recuerdos, vidas, sonrisas y duelos,
En cada segundo de mi vivir, siendo de ti prisionero,
Desde mi despertar hasta mi hora de partir.