martes, 24 de noviembre de 2020

EN QUÉ CAJÓN TE DEJO

 



En qué cajón te dejo,

mis mañanas de enero,

y mis noches de abril,

el susurro callado del pecado,

y el amor que te jure sin fin.


En qué cajón te dejo,

este corazón que amo,

y los clavos de su cruz,

el reloj que se paró,

y el verbo que se negó a maldecir.


En qué cajón te dejo,

la mitad del alma que era una,

y se negó a partir conmigo,

las fotos en blanco y negro,

y las tardes vividas a tu orden, a tu antojo.


En qué cajón te dejo,

las cuerdas de esta marioneta,

que se libró de sus cadenas,

y que se negó a seguir atada,

a tu cuerpo y a tu vida.


En qué cajón te dejo,

mi derrota y mi devoción,

mis lagrimas perdidas en un rincón,

las noches frías de tu ausencia,

la melancolía y tus promesas.


En qué cajón te dejo,

la decepción y mi verdad,

el respeto que no merecías,

la tristeza y la soledad,

tus excusas y tu maldad.


En qué cajón te dejo,

mis mañanas de enero,

y mis noches de abril,

el susurro callado del pecado,

y el amor que te jure sin fin.


martes, 17 de noviembre de 2020

CARTA A MI ABUELA FRANCISCA



Hoy te escribo mil palabras,

con la esperanza de que las leas,

ha pasado tanto tiempo y tantas cosas,

desde que te marchaste apenas queda nada,

salvo la soledad de una casa,

que antaño estaba llena de amor y risas.


Se que allá donde estas,

las cosas serán muy distintas,

que el reloj no tendrá ninguna lógica,

y el tiempo será indiferente para todo,

pues no hay trenes que regresen a esta vida.


Desde aquel día maldito,

te echo tanto de menos,

aún mi corazón te busca en todos los rincones,

mientras mi alma añora tus abrazos,

y mi razón se niega aceptar tu ausencia.


Que puedo contarte abuela,

la vida avanza imparable,

he formado una familia que sería la tuya,

y que me hubiese gustado que conocieras,

pero en la vida no se puede tener la felicidad completa.


Aquí años después te recuerdo cada día,

y te añoro como siempre en cada latido,

parte de mi se fue contigo para siempre,

porque tu sabes como yo que eres parte de mi,

y sabes que un recuerdo jamas muere,

simplemente se duerme.

lunes, 16 de noviembre de 2020

PABLO y MARÍA, MARÍA y PABLO








Cada semana espera ansioso el sábado,

para acudir al pub de moda llamado Espejos,

donde pone copas cada fin de semana Maria,

Pablo la mira sin disimular atontado,

y tartamudeando la pide una cerveza,

mientras María sonríe y se hace la loca.


Hace tiempo que Pablo vive enamorado,

aunque lo mantiene en silencio por miedo,

a que Maria no lo acepte a que le diga no,

toda la noche se pasa sentado en un rincón,

mientras contempla a María con amor y devoción.


Hay se dice Pablo si yo tuviera valentía,

le diría lo que siento, sería mía María,

y juntos podríamos escribir nuestra historia,

que duraría más de un millón vidas,

mientras María lo mira y piensa,

ojalá esta noche me lo pida.


María vive enamorada de Pablo,

desde que lo vio el primer día,

pero también la falta valentía por miedo,

no es capaz de decirle Pablo te quiero,

dame la mano y llévame hasta el cielo.


Y así pasan los años,

y así pasa la vida,

María enamorada de Pablo,

Pablo enamorado de María,

en silencio entre miradas furtivas,

sin decirse lo que sienten,

soñando con lo que sería.



domingo, 15 de noviembre de 2020

EL NIÑO Y LA NUBE

 


Desde el día que nació soñaba,

soñaba con capturar una nube,

y subido en ella volar más allá,

para traer un regalo a su madre,

una estrella fugaz o la luna.


Ese día se levantó como siempre,

dio un beso a su abuela y desayuno,

sus padres habían ido a trabajar,

cogió una cuerda muy larga de un cajón,

y se fue a la orilla del lago y se montó en su barca,

y remo hasta la mitad, hasta lo más profundo.


Pensó que ya era la hora,

y con una sonrisa en su cara,

hizo un lazo enorme y espero con paciencia,

y cuando una nube solitaria se acercó,

lanzó su cuerda hacia arriba,

y la enlazo en su primer intento.


El niño miró a la nube y la dijo ya eres mía,

la nube lo miró y le dijo si me quitas la libertad,

no podre llevar el agua a los campos,

y no crecerá nada en ellos, ni habrá comida,

el mundo morirá de hambre y no habrá trabajo.


El niño la volvió a mirar y la pregunto,

porque intentas mentirme si todo crece solo,

la nube le dijo; conoces a la lluvia?

El niño dijo si tímidamente y con miedo,

pues la lluvia es mi hija y sin mi no existiría.


El niño pensó en sus padres y en sus abuelos,

y entendió que si capturaba a la nube todo estaría muerto,

la vida jamas seria la misma, nada seria igual,

los ríos no existirían y aquel lago tampoco,

no habría plantas, ni árboles, ni tampoco su perro Tobias.


El niño miró a la nube y la desato,

la nube lo miró y le dio un abrazo,

desde entonces el niño y la nube quedan cada día,

y en el medio del lago la nube le cuenta mil cuentos,

que ha aprendido viajando por el mundo.


Cada día si miras atentamente,

en la mitad de un lago los puedes ver,

al niño con una sonrisa enorme en la cara,

y a la nube hablando con pasión de sus viajes,

y a ambos pasando sin prisa la tarde.

AMOR ETERNO




Cuántas veces nos hemos buscado sin encontrarnos,

cuántas noches nos hemos perseguido en los sueños,

cuantos mares infinitos hemos navegado en soledad,

Y en esa soledad que nos perseguía en lo vivido,

cuántas veces hemos renunciado a la libertad.


Cuántos pecados hemos cometido,

cuántas veces hemos herido y nos han herido,

cuántas lágrimas hemos derramado,

cuánto tiempo hemos perdido,

tú buscándome en el infinito,

y yo buscándote en el vació.


Cuántas estrellas hemos contado,

cuantos deseos hemos cumplido,

cuántas montañas hemos escalado,

cuántas veces nos hemos mandado al olvido,

cuántas sábanas frías sin pasión y sin sentido,

fueron congelando tu alma, fueron llenando mi hastío.


Cuantas noches en vela,

cuantos años perdidos,

contemplando la misma luna,

recorriendo los mismos caminos,

tú escuchando mis historias,

yo perdido en los sentidos.


Cuantos amores hemos pasado,

cuántas mariposas cayeron en el olvido,

cuántas tardes de primavera, cuantos veranos furtivos,

cuántas tardes de otoño, cuantos inviernos fríos,

cuantas mentiras casi perfectas, cuantas piedras en el camino.


Y míranos aquí ahora, tu a mi lado,

yo durmiendo en tu ombligo,

casi al principio de nuestros días,

contándonos los recuerdos, riéndonos del destino,

fundidos en un solo cuerpo, fundidos en un solo latido,

hasta el final de nuestros días, en este amor eterno.



sábado, 14 de noviembre de 2020

AQUEL NIÑO




 

Cada vez que me miro al espejo,

veo al niño que contempla su pueblo,

y desde lo alto de la montaña,

sueña con ser un día marinero,

para recorrer el mundo entero,

navegando por todos sus mares.


En esta noche de lagrimas,

los Ángeles lloran para dar vida,

a la fuente antigua de agua pura,

en la que de niño bebía para calmar la sed,

y en verano me sentaba buscando su frescor y su sombra.


Y vuelvo aquel lugar mágico,

que me vio dar mis primeros pasos,

a las risas inocentes de los niños,

a la escuela de la fachada blanca,

y aquel campo de fútbol con sus porterías de palo.


Y vuelvo a escuchar la voz de Don Jesús,

intentando en vano enseñarme Francés,

en aquellas clases de viernes interminables,

en las que estaba deseando que llegara la hora de salir,

para disfrutar del fin de semana como si no hubiera un ayer,

como si no fuera a llegar un mañana.


Y ahora cuando vuelvo a mi pueblo,

vuelvo aquella fuente antigua de agua cristalina y bebo,

y vuelvo a ser niño, y vuelvo a ser recuerdo,

pero ahora cuando me miro al espejo veo al hombre que soy hoy,

y vuelvo a recorrer con mi memoria y sueño,

con ser de nuevo aquel niño que soñaba con viajar y ser marinero.

jueves, 5 de noviembre de 2020

QUIÉN SOY YO

 


Hay amigo mío quién soy yo,

para darte consejos de amor,

solo soy un náufrago solitario,

que un día dejo de sentir sus latidos,

y decidió abrazar a la soledad.


Amigo mío nadie entiende al corazón,

ni es capaz de entender sus razones,

hoy te sube con alas blancas al cielo,

y mañana de repente se te hace tarde,

y te ves paseando por el infierno.


Hay amigo mío quién soy yo,

si no otro juego del destino,

ame como tu amas ahora,

y sentí como tu el dolor de la traición,

que fue devorando con odio mi alma.


Hay amigo mío quién soy yo,

para decirte que nadie es culpable,

que el amor es libre como un pájaro,

al que no puedes tener enjaulado,

porque al final muere de tristeza,

y escapa de nuestras manos.


Hay amigo mío quién soy yo,

para convencerte de que el tiempo pasa,

y con el pasa la vida y los amores eternos,

que en un principio parecían para siempre,

y resultaron ser tan solo un sueño,

un sueño que tan solo duró un verano.


Hay amigo mío quién soy yo,

para darte consejos de amor,

solo soy un náufrago solitario,

que un día dejo de sentir sus latidos,

y decidió abrazar a la soledad.


lunes, 2 de noviembre de 2020

LÍNEAS CURVAS (Dedicada al río de los Angeles, Casar de Palomero)






Trazo con la vista líneas curvas,

mientras me dejo llevar por el sonido,

y a contracorriente como la vida misma,

dejó remontar a mis pensamientos,

y en un momento fugaz y en libertad,

me dejo hipnotizar por la belleza y la sencillez.


Ante mi se dibuja lo más sublime,

y la naturaleza va dando forma y sentido,

y en un acto de bondad infinito esta tarde,

llena de magia mis pupilas enamorando mi corazón,

y en este lugar donde mil veces me senté,

pierdo la tarde sin importarme el tiempo.


Esta tarde como la corriente que limpia el lecho,

dejo que el agua arrastre mi malos pensamientos,

y desde esta orilla bajo la mimosa que resiste heroica,

sonrió recordando aquellos tiempos de niño,

cuando esperaba el verano para bajar al rio,

y disfrutar en compañía de mis amigos.


Hoy ya con cincuenta y un años vividos,

y miles de historias a mis espaldas,

sigo sintiendo la nostalgia del pasado,

y siempre que puedo vuelvo al lugar,

que por primera vez vio mis primeros pasos,

y vuelvo a sentarme a tu orilla,

y vuelvo a dejarme llevar aquellos tiempos.


Hoy como siempre meto mis pies en tus aguas cristalinas,

y veo cómo se dibujan figuras curvas en tu cascada,

y en un recorrido incesante e intemporal nace la vida,

y en tu corriente se recrea lo infinito, lo inmortal,

que va mucho más allá de la eternidad,

describiendo y dibujando a tú paso los sueños.