jueves, 18 de marzo de 2021

EL LIBRO QUE JAMÁS LEERÉ



Paseo mis inquietudes y las guardo,
abro el baúl del recuerdo y las coloco dentro,
y me agarro a este presente cansado,
mientras me tomo un vino y miro,
desde la ventana con esperanza al futuro.

Camino despacio, pero con calma,
pues en mi vida jamás tuve prisa,
y ahora con más años encima,
con la mochila ya llena de vivencias,
voy dejándome atrás los recuerdos,
voy dejando atrás tanta tormenta.

Hoy después de tantos años malos,
regreso sobre mis pasos hacia mis raíces,
y el camino se me hace raro, distinto,
aunque el espejo retrovisor dibuje el mismo paisaje,
y las ciudades de paso sean siempre las mismas.

No se que ando buscando,
quizás un nombre escrito en la piedra,
en la que tropecé mil veces para caer en la niebla,
de otra mañana inerte que me corre por las venas,
para dejarme como siempre esperando mi condena.

Ya esta a punto de terminar la función,
esa que soñé cada vez que me quede dormido,
y a cada pregunta que le hice al destino,
se rio de mí y me hizo como siempre perder,
dejándome tirado al borde del camino.

Hoy vuelve a salir el sol,
los días de lluvia ya llegaron a su fin,
y el espejo dibuja al anciano,
ocultando a la vista el niño que fui,
y cojo la pluma y tinta para dejar mi legado,
y hoy lo escribo en el libro que jamás leeré, pero que sí viví.

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