miércoles, 22 de mayo de 2019

REO Y VERDUGO



Llego desde tierras lejanas,
sin mas ideales que los suyos,
resistiendo cada mañana,
jugando a ser reo y verdugo,
de sus propias palabras.

Huyendo hacia adelante del veneno,
que cada día las serpientes lanzaban,
escondidas tras las cortinas de las ventanas,
de aquel pueblo podrido por la envidia,
al que siempre el al final regresaba.

Se movió por las arenas movedizas,
de cuerpos de mujeres casadas,
y pernocto miles de noches de cama en cama,
jugando al juego peligroso del amor,
saboreando miles de infelices almas.

Camino por la piel mojada sin prisas,
y saboreo el sexo de las damas,
escribiendo día a día su historia,
sin reprimir sus mas animales ganas,
de vivir sin tabúes y sin prisas,
haciendo de lo normal un arte.

Se sentó para ver nacer la mañana,
y miro al horizonte en aquella playa,
y pensó, nada me importa ya,
nadie me mueve de este lugar,
aunque el tiempo se pare y el mundo deje de rotar.

Llego desde tierras lejanas,
sin mas ideales que los suyos,
resistiendo cada mañana,
jugando a ser reo y verdugo,
de sus propias palabras.

Siempre fue reo y verdugo de su tiempo.


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