miércoles, 20 de septiembre de 2017

FÉNIX




Llego la hora de volver a dar pasos,
de empezar de nuevo el viaje,
llevando la carga del recuerdo,
y en el alma el dolor del pasado.

Llego la hora de coger la maleta,
de emprender el camino a mi sueños,
gritando sin miedo en libertad,
quitándome la venda de los ojos.

Llego la hora de soltar las cadenas,
de abandonar esta cárcel donde he vivido,
donde he sufrido y me ha herido la maldad,
con el desengaño que conlleva una traición.

Llego la hora de sentir de nuevo el viento en mi cara,
y ver como el agua de las fuentes se escapa entre mis dedos,
de dejar de soñar cada noche con la grandeza de la luna,
y ver lo maravilloso que es un cielo estrellado.

Llego la hora de levantarme del suelo,
de extender las alas y remontar el vuelo,
llego la hora de resurgir de las cenizas,
sin olvidar a donde voy, sin olvidar de donde vengo.

Llego la hora de ser verdaderamente yo,
llego la hora de conseguir lo que quiero,
llego la hora que marca el corazón,
llego la hora de vivir cada momento.

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