martes, 13 de noviembre de 2018

CABALGANDO A LOMOS



Cada noche se empeñaba en conquistar la luna,
y cada mañana perdía su corazón,
caminando por el alambre en sus horas mas oscuras,
al borde del abismo tirado siempre en aquel colchón,
jugando a la ruleta rusa metiéndose y tomándose la ultima.


Cada noche soñaba el mismo sueño,
y cada mañana despertaba de el,
tratando de huir de aquella prisión,
que le quemaba hasta la piel,
jugándose quien fue en cada intento.

Cada noche se miraba al espejo,
y cada mañana lloraba otra vez,
el joven que era se había convertido en viejo,
ya no recordaba ni quien fue,
por cabalgar a lomos de la coca hasta el infierno.

Cada noche lloraba por dentro,
pidiéndole a la muerte su amor,
una mañana lo encontraron dormido,
sonriendo y abrazado a la eternidad,
con un poema por el escrito,
dedicado a su tan ansiada libertad.

Cada noche se empeñaba en conquistar la luna,
y cada mañana perdía su corazón,
caminando por el alambre en sus horas mas oscuras,
al borde del abismo tirado siempre en aquel colchón,
jugando a la ruleta rusa metiéndose y tomándose la ultima.

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