martes, 21 de febrero de 2017

PIEDRAS



Deje atrás las huellas que marcaban mi camino,
abandone mi maltrecha y ajada consciencia,
en un rincón de mi memoria deje los recuerdos,
mientras mi corazón recogía flores marchitas.

Tropecé de frente con la imagen de mi mismo,
gritándole insultos fuertes y dolorosos a mi alma,
mientras unos ojos me miraban y me hacían un guiño,
y unas caderas le quitaban la libertad a mis alas.

Hice malabares para mantenerme en pie,
aunque una y otra vez sin remedio tropezaba,
miles de caras de mi presente y mi ayer,
me miraban y sus maldiciones con odio me lanzaban.

Me agache y cubrí mi piel con mis pecados,
tendí mi mano lleno de dolor pidiendo ayuda,
me refugie en la noche esperando que llegara el olvido,
mientras del suelo sangrando por amor me levantaba.

Llego la mañana gris, fría y con lagrimas en mi cara,
caminando por inercia hacia un futuro incierto,
tropezando una y otra vez en el camino con las piedras,
que el destino y el amor ponían en mi lecho.

Ande de puntillas por alambres con espinos,
poniéndome los clavos de la cruz de mi soledad,
encerrado en la húmeda y oscura habitación,
que construí con las piedras que recogí en mi corta vida.  

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