Tanta luz, tanta tristeza,
Asesinadas por el reloj,
Solo queda la certeza,
Que dicta la razón,
No bastaron las promesas,
Ni el tiempo, ni el perdón.
Ya perdimos la batalla,
Nuestro tiempo terminó,
A veces se grita más cuando se calla,
Y Solo queda una canción,
Ya no estamos para palabras,
Nuestra guerra se acabó.
Si me hablas de certezas,
Mejor ahórratelo,
Amigo mío, vengo de mil vueltas,
De dañar al corazón,
No me hables de añoranza,
Esta obra terminó.
No voy a andar por esos pasos,
Prefiero mil veces soledad,
He mandado al carajo,
Mi falta de lealtad,
Ya no comulgo con la ausencia,
Ni acato otra autoridad.
Tanta luz, tanta tristeza,
Asesinadas por el reloj,
Solo queda la certeza,
Que dicta la razón,
No bastaron las promesas,
Ni el tiempo, ni el perdón.
Estoy en ese momento de mi vida,
en que no sé si vengo o me voy,
ya le tengo tomada la medida,
a ese tiempo que un día me traiciono,
Poniéndome canas en la cabeza,
y arrugas en el corazón.
Estoy en ese momento de mi vida,
que no hago caso al que dirán,
puedes pensar que vivo en mi fantasía,
a mí todo lo que digas ya me da igual,
estoy de vuelta de mis días,
y nada me va a hacer cambiar.
Estoy en ese momento de mi vida,
en el que he cogido velocidad,
acercándome a la meta,
cerca del que llaman el final,
con la memoria en una noria,
y el alma con alas nuevas para volar.
Estoy en ese momento de mi vida,
en el que ya nada me va a perturbar,
y si vienes a darme guerra,
ahórrate tu necesidad,
de hacerme entender, lo que nunca entendí,
pues cada uno busca su camino y su libertad,
si es capaz de entender que un día ha de morir.
Estoy en ese momento de mi vida,
que no vivo por vivir,
que valoro cada minuto demás,
y acepto el regalo que me toca,
haciendo de cada segundo algo especial,
al lado de aquellos que merecen mi compañía,
y que me han acompañado sin reproches, hasta aquí.
Estoy en ese momento de mi vida,
en que no sé si vengo o me voy,
ya le tengo tomada la medida,
a ese tiempo que un día me traiciono,
Poniéndome canas en la cabeza,
y arrugas en el corazón.
A la sombra de los cerezos te espero,
como te espere toda la vida,
como postal tenemos nuestro pueblo, Casar de Palomero,
con sus iglesias y sus ermitas,
para recordar de la mano,
cuando éramos jóvenes,
y nos escondíamos para darnos un beso.
A la sobra de los portales te espero,
en la plaza mayor para vernos,
como te espere toda la vida,
para bajar al río como amigos,
sin que nadie se pueda imaginar,
que tú y yo nos hemos prometido,
que en esta vida nada nos va a separar,
pues yo siempre ya seré tuyo.
A la sombra de los cerezos te espero,
para mirar al cielo, y para soñar,
y de la mano volver a volar,
como cada tarde al verte llegar,
cuando aún éramos solo dos conocidos, que ignoraban su verdad,
pues la vida nos iba a unir para toda la eternidad,
y hoy y siempre te sentiré aquí conmigo, hasta que llegue mi final.
A la sombra de los cerezos te espero,
como te espere toda la vida,
como postal tenemos nuestro pueblo, Casar de Palomero,
con sus iglesias y sus ermitas,
para recordar de la mano,
cuando éramos jóvenes,
y nos escondíamos para darnos un beso.
Hoy quiero escribir para ti,
sí, para ti que lees mis letras,
gracias por estar ahí,
por tomarte la molestia,
y seguir leyendo lo que susurran las musas,
cada noche al oído de este poblé sonámbulo.
Hoy quiero escribir para ti,
sí, para ti que lees mis letras,
gracias por estar ahí,
gracias por tomarte un ratito de tu tiempo,
dejando a tus sentidos volar,
abriendo las puertas de tu corazón,
a cada palabra, a cada verso que nace de mí.
Hoy quiero escribir para ti,
sí, para ti que lees mis letras,
gracias por estar ahí,
haciéndome sentir acompañado en mi soledad,
en los buenos y en los malos momentos,
que la vida nos suele brindar,
gracias por leerme en total libertad.
Hoy quiero escribir para ti,
sí, para ti que lees mis letras,
gracias por estar ahí,
por acompañarme en este camino,
por acompañarme en este latir,
haciendo mágico y bonito cada paso,
de este loco y su sentir.
Hoy quiero escribir para ti,
sí, para ti que lees mis letras,
gracias por estar ahí,
por tomarte la molestia,
y seguir leyendo lo que susurran las musas,
cada noche al oído de este poblé sonámbulo.
Latido a latido te siento,
Aun en la lejanía que nos separa,
Hoy me siento como siempre tu hijo,
Y extraño tus calles, y extraño tus plazas,
Recuerdo tus monumentos grandiosos,
tu historia, tus gentes, tus encinas y tus montañas.
Latido a latido te siento,
Quien pudiera volver de repente a la infancia,
A tus pueblos en fiesta, a tus ciudades romanas,
A tus cruces de culturas, Judía, Mora y cristiana,
Al abrazo de tus gentes, y a la calidez de sus almas.
Ay mi Extremadura,
Que lejos estoy de ti,
Aunque mi corazón de ti no se separa,
Cada día te siento en mi pecho,
Cada día te añoro en mi alma,
Y a veces en la soledad de la noche,
Pensando en ti, se precipitan mis lágrimas.
Anoche tuve un sueño,
Soñé que volvía,
a pasear por tus campos,
A bañarme en tus ríos,
Bebía como de niño en tus fuentes,
Paseaba por tus huertos, olivares, cerezos en flor, tus lagares y tus molinos.
Caminaba tranquilo por tus calles,
Deshaciendo para siempre el camino.
Vamos escribiendo las últimas líneas,
vamos levantando el campamento,
pues estamos llegando al final,
llega el último capítulo del cuento,
y no hay que dejar de vivir la realidad,
mientras nos aguante el cuerpo.
Vamos escribiendo las últimas líneas,
viviendo sin límites en libertad,
dejando que el corazón cabalgue desbocado,
con ganas de provocar,
teniendo claro que la vida es muy corta,
como corto es el caminar,
para más vinos amargos y golpes de fe,
de falsos profetas que mueren en cada amanecer.
Vamos escribiendo las últimas líneas,
retando sin límites a la razón,
dejando la ropa a los pies de la cama,
y la dignidad con cada beso, sobre el colchón,
y cabalguemos desnudos por la noche,
caigamos sin límites en la tentación,
hasta el último bocado de la manzana prohibida.
Vamos escribiendo las últimas líneas,
vamos levantando el campamento,
pues estamos llegando al final,
llega el último capítulo del cuento,
y no hay que dejar de vivir la realidad,
mientras nos aguante el cuerpo.
Sé rebelde, no claudiques, no te rindas,
que no te digan que lo hay que hacer,
y si alguien se ofende, carretera y manta,
no le des cancha, no le des fonda, ni cuartel,
pues si no entiende tu vida, jamás la entenderá,
y esa no es tu guerra, ni esa es tu verdad.
Navego sin rumbo,
en este mar de locuras,
que solo tiene sentido en mi interior,
ese que a solas te entrega mi vida,
y que hace latir a mi corazón,
solo soy para ti, sí para ti.
Navego sin rumbo,
y en el silencio escucho tu voz,
y aquí en la noche, en soledad,
al otro lado del mundo,
estoy poniéndole alas a mi alma,
para poder llegar hasta ti.
Y estar en ti, si junto ti.
No te preocupes,
estoy de camino,
llegaré en el primer amanecer,
y junto a ti escribiremos nuestra historia,
con nuevas locuras, con nuevas emociones,
y saltaremos al vacío sin miedo,
porque yo solo vivo en ti, si en ti.
Navego sin rumbo,
mientras las horas se hacen eternas,
mirando a la luna intento estar tranquilo,
y en la paz llego a entender,
que eres mi verdad, amor,
y que eres la razón por la que sigo en pie,
si por ti, si para ti.
Navego sin rumbo,
desafiando a los segundos,
retando a los minutos,
intentando asesinar a las horas,
para que esta noche pase rápido,
y en la mañana poder abrazarte,
y decirte cuanto te amo,
a ti, si a ti.
No te preocupes,
estoy de camino,
llegaré en el primer amanecer,
y junto a ti escribiremos nuestra historia,
con nuevas locuras, con nuevas emociones,
y saltaremos al vacío sin miedo,
porque yo solo vivo en ti, si en ti.
