domingo, 17 de noviembre de 2019

HISTORIAS DE UN DÍA




Se dedico a escribir historias de un día,
siempre con las maletas en la puerta del hotel,
y hasta donde le alcanzaba la memoria,
siempre fue mañana y nunca fue ayer.

Se dedico a escribir historias de un día,
en el cuerpo de cualquier mujer,
eran muchas sus tristezas y pocas sus alegrías,
desde que su verdadero amor se fue,
dejando-le desnudo el corazón y maltrecha el alma.

Se dedico a escribir historias de un día,
sin principio y con un apresurado final,
mezcladas con morbo, whiskys y saliva,
que casi siempre comenzaban en un local,
dejándose arrastrar por la venganza y la lujuria.

Se dedico a escribir historias de un día,
y un día escribió sus últimos versos de amor,
mientras un coche cruzaba la Gran vía,
el saltaba al vació desde el balcón,
de aquella habitación del hotel de la Plaza de España,
que siempre había sido su cielo y su infierno.

Se dedico a escribir historias de un día,
siempre con las maletas en la puerta del hotel,
y hasta donde le alcanzaba la memoria,
siempre fue mañana y nunca fue ayer.

Se dedico a escribir historias de un día,
en miles de cuerpos de mujer.

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